5.5.08

YA QUISIERA YO

Cada vez que entro en la cocina me saludan un par de plátanos desde un frutero. Hace días que están ahí tendidos, esperando a que me decida a separarlos, a que sea su verdugo y que sus restos se encuentren en el cubo marrón. El primer día los miré, tenían buen color, casi verdes, pero no me decidí. Mis paseos por la cocina son constantes, pero nunca acabo por decidirme por una de esas frutas... esta noche los he vuelto a mirar...tienen unas manchas negras señal de que han madurado.
No sé por qué no me los comí antes, a mi los plátanos maduros no me gustan.

...y al final me siento un poco plátano...

3 comentarios:

Mul dijo...

Pues a mi me gustan mas los maduros q los verdes, osea... que, para gustos los colores.

He dicho.

PetitaCriatura dijo...

Suena fatal, pero a mi también me gustan los plátanos muy maduros, cuando están casi negros y te los tienes que comer con cuchara. Si fuera diabética lo pasaría fatal, me pongo cinco cucharadas de azúcar en el café con leche XD

Sabes cuál es el secreto para no sentirte un poco plátano? No esperar desde el frutero a que se te coman, sino actuar tú antes y pegar el primer mordisco :-)

(Ya sé que una cosa es la teoría y otra muy distinta la práctica, pero bueno, queda bien decirlo)

niña de azucar dijo...

Sister, tú nunca dices, siempre sentencias :P
Petita criatura...quieres un par de plátanos k hay en mi cocina?jajaja k me da una lástima verlos...tienes toda la razón, en lo de la teoría y la práctica entre otras muchas cosas.