30.3.10

SIN TÍTULO

Si lanzo al aire una mirada en busca de un recuerdo tan vivo
si alcanzo tus manos al vuelo y las hago bajar
bajar hasta aquí
si entre tu piel y la mía sólo existe la nada vestida de agua y sal
si sales de mi cuerpo para entrar en mis sueños
despierta, despiertas mis anhelos, las ganas, los miedos
de los que casi siempre supimos escapar
si escapamos del mañana tantos ayeres
ese mañana que no debía llegar
y debíamos llegar hasta el final tantas veces como diera de si la noche
que casa se queda vacía sin mí
y el vacío que me acompaña llenándose de pienso insípido
que pienso en mis pasos y no es camino para seguir
y pasaré de largo tantas veces como lágrimas queden por salir.

Largas noches tan lejos.

SIN CONTROL

16.3.10

EL REFLEJO

No esperaba tener que enfrentarse a las preguntas tan pronto, no se había preparado, no tenía respuestas inventadas y convincentes. Estaba sentada frente a un espejo, un té con leche, un 'bretzel' y algo de compañía. Sentada frente al espejo, con su bebida y su pasta, ajena al momento que se acercaba; relajada, descansando mente, cuerpo y alma. Y en ese instante, mirándose fijamente a los ojos, asumió el gran esfuerzo de no dejar asomar ni una sola de las lágrimas que luchaban por salir. Sintió la inminente necesidad de bajar la mirada, dejar de acusarse en silencio, retomar el control, respirar lentamente, aflojar las mandíbulas...sin levantar la mirada del té con leche respondió con un más que dudoso 'no ha pasado nada'. De momento no insistirían, podía esconderse por algún tiempo más.

14.3.10

SALTARON TODAS LAS ALARMAS

Cuando empezaste esto no llegabas a imaginar las consecuencias. Y te dejaste llevar. Dejaste que las caricias te invadieran, unas caricias no pueden hacer daño. Dejaste que los besos, primero tímidos, suaves, casi invisibles, luego profundos, largos, incendiarios, te llenaran, los besos nunca pueden ser algo malo. Dejaste que su piel rozara la tuya, primero un brazo, y no pasó nada, luego la espalda, y no cayó la ira de los dioses sobre ti, para dejar paso al resto del cuerpo que erizándose entraba y salía de sus suspiros. La piel que te llamaba, que reclamaba tu presencia, no podía esconder más que felicidad. Dejaste que las palabras abandonaran su cueva, salieron avisándote entre alarmas contra incendios, alarmas que ya no escuchabas. Y las dejaste salir, las dos palabras que habías encarcelado, condenadas a lo más profundo del silencio. Pero los hechos ya les habían dado forma, simple formalidad susurrarlas en su oído. Dejaste que te llenara la vida, vivir lo que deseabas, sentirte en casa, volar sin alas, sentirlo todo...
Olvidaste las lágrimas, el vacío, la soledad, arrasando su vida, la tuya. Imaginaste las consecuencias como una pesadilla que nunca te iba a tocar.

2.3.10

SIEMPRE NIÑOS

Hoy he llegado cinco minutos tarde a una clase. Solo entrar veo la cara de "mira, ¡estoy llorando!" de mi pequeño salvaje.
¿Qué te pasa?? Creía que no venías. Pero si no he tardado nada, además si un día no vengo no pasa nada, estás en clase y tu profe te ayuda. Pero quería que vinieras. Venga, también te tienes que acostumbrar a hacer las cosas solo. Pero es que te quiero mucho. Sí, como la trucha al trucho eh!
Aquí ya se ha puesto a reír. A los dos minutos me ha pegado un achuchón que de poco me desmonta. Mi pequeño salvaje es todo un hombretón, ya casi más alto que yo...

Esa sensación de desamparo, de depender tanto de otra persona, de sentir en tus adentros que sin ella no vas a poder conseguir nada de lo que te propongas. Esa necesidad física que te inunda el alma. Como una niña pequeña, tu niña.