Del momento, del sol, de la compañía, del pulpo a la gallega, de las bravas y de las charlas. Una mañana de domingo de las que me gustan.
Una mañana de Mediterráneo, como si vivieras dentro de una canción de Facto, dónde no caben las penas ni los miedos. Una mañana que pasa suave, acariciando las sonrisas con olor a verano.
4 comentarios:
Ojala todas las mañanas fueran asi!!! Disfruta!
Me encanta ser dominguera.
Un saludo
Uau! Qué bien suena!! Hace tiempo que no tego una mañana dominguera como la que describes, y mira que me gustan, eh?! Bueno, de tu mañana dominical solo quitaría el pulpo a la gallega, que no em gusta. Y en su lugar pondría el periódico con todos sus suplementos de domingo. :-)
Sister cuando vengas iremos frente al mar a tener una mañana de domingo de estas.
Eyes, a mi no me gusta mucho ser dominguera..pero sí la sensación de plenitud que da un día así.
Petita criatura...eso es pk no has probado ESTE pulpo a la gallega, pero bueno, si lo quitamos sigue siendo un plan genial :)
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