Ya nadie sabía que hacer. Mi apetito era inhumano, comía y comía sin saciarme nunca. La nevera siempre repleta para acabar, horas más tarde, tan desolada como un campo yermo. El ansia me dominaba, no podía hacer nada más que buscar aquello que eliminara el vacío en mi interior. Nada me llenaba, nada me engordaba, sólo el vacío de una búsqueda inútil.
Y todo por no admitir esta vena antropófaga que se iba apoderando de mi.
6 comentarios:
Hay vacios que no se llenan con nada.
:(
No te hacia yo canibal!!! Me dejas de piedra! ;)
Muaks!
Saltim, que sí!!que se llenan, ya lo verás.
Jajaja sister...ya lo sabes..cuando tenga hambre no te fies eh!
Ui ui ui, te noto mas positiva de lo normal. Sera el frio?
:)
Hola!
Me encata tu blog, qué descubrimiento!
Esos vacíos sólo se llenan con tiempo, o con quien te los provoca...
Que pasa, aun estas contando los caramelos de reyes o q? jeje
:)
Publicar un comentario