25.9.07

MANTRA

Del viaje a lo más profundo de la tristeza, allí dónde se pierde de vista la realidad y las voces se ahogan en la lejanía, surgió una frase para guardar cerca de mi almohada. Una frase sincera, clara, sin rodeos, que habla de pérdidas y de objetivos, de pasado y de futuro, de verdades y de dolor. Una frase para dejar atrás una vida y apostar por un camino nuevo. Tan sólo 28 palabras en el momento en que fui consciente de dónde estaba, dónde no quería estar y a dónde no quería volver.

En los momentos en que los días se vuelven algo oscuros y la mente juega a añorar, cuando me descubro recorriendo los pasos del ayer y empiezas a llenar mis silencios, es entonces cuando busco mis 28 palabras. Releo su pena, repito sus sonidos que aun saben a llantos. Sin saberlo escribí una cura, el primero de mis mandamientos
para no volver a



caer.

3 comentarios:

dable dijo...

Con los años vividos, he podido crearme miles de estrategias para evitar caer de nuevo, miles de curas para sanar, con palabras o silencios, el llanto y el dolor que provocan las pérdidas (en su amplio sentido) y sigo sin conseguir caer en cada salto de arriesgo porque creo, que la vida es esto; un paraíso de contrarios que se definen entre sí.

Mul dijo...

Nos dices cuales son las palabras?

Por si un día van y nos sirven...

niña de azucar dijo...

Cada uno debe tener sus propias palabras,deben de ser tan sinceras que sólo tú te las puedes decir. Es entonces cuando realmente te las crees.