29.9.07

DE RESPIRAR

Llegó al mar que era de las dos. Inmenso, claro, suave, indomable, salvaje.
Llegó al mar que conocía, que la esperaba con ansia de bañarla, de tenerla de nuevo entre sus aguas, de mecerla y dominar sus sueños. Dejó sus ropas en la orilla, ropa seca para el final del día, y sin más compañía que sus ojos negros se dejó arrastrar por las olas, que ahora vienen ahora se van.
Ella la abraza, se enreda en su cuerpo ingrávido, forman una sola figura que se hunde por el peso de los besos. Ella juega con sus piernas, libres de cadenas invisibles. Rozan el fondo del mar con sus espaldas... le falta el aire, no por la impaciencia como antes, es el instinto de supervivencia el que le hace nadar hacia la realidad. Su cuerpo asoma por encima de las olas, un instante, casi fugaz, y se adentra de nuevo en su mar, el que era de las dos, el que la conocía. Ella la espera escondida, ansiosa de tenerla. La empuja hacia su territorio, más profundo, más oscuro, más tranquilo y silencioso. La arrastra hasta sus ganas, la envuelve en días que pasaron o tal vez que nunca llegaron...y se siente en su hogar, allí se quedaría, en su compañía, en sus brazos que la intentan retener unos segundos más...pero falta el aire que la obliga a abandonar. Siempre se trata de lo mismo, de respirar.

En la orilla la espera su ropa, la que llevará un día más.

4 comentarios:

Ángela dijo...

me encantó lo que leí!

Mul dijo...

No no, se trata de respirar y de vivir

almassueltas dijo...

Que pesadilla...Por favor despiertame ...
solo quiero sentir que me falte el aire cuando estoy cerca de mi amor..es la unica falta de aire permitida en mi diccionario...es mi version.
te dejo un gran beso

dable dijo...

O de contener la resipiración mucho rato.