13.10.10

EN MI GARGANTA

Pasa un día, pasan dos y seguro tiene que llegar el tres. Y te entiendo cuando me hablas, aunque me empeñe en decir que no. Y hablo sin decir, en mi garganta se atragantan las palabras de verdad. En mi garganta se van acomodando, un día, dos, tres...esperando perder fuerza, dejando la presión que las empuja e impulsa sin freno que se les pueda echar. Pero pasa un día, pasan dos, pasan tres...y al cuarto me acostumbraré. Y entenderé todo lo que me dices cuando me hablas y crees que no entiendo, entenderé, costumbre, ya sabemos de que va la resignación. Un día, dos, tres...


1 comentario:

Patricia García-Rojo dijo...

ojalá no supiésemos tan bien de qué va la resignación