8.2.11

RESTOS

Pensó que ya había pasado suficiente tiempo, que había llegado el momento. Abrió la puerta y vio lo que quedaba de casa. Se había llevado todo, no quedaba un solo objeto que pudiera recordarla. Las habitaciones, en su día llenas de luz y vida, se encontraban ahora vacías, calladas, inertes. Los grises inundaban cada rincón, el silencio rompía cualquier intento de suspiro y la mirada se perdía entre tanta soledad. El cadáver de lo que un día fue casa, eso era todo lo que le había quedado.

5 comentarios:

Patricia García-Rojo dijo...

hasta que volviese alguien a devolverle la vida

DANI dijo...

O hasta que barriese el suelo ;)

Me gustaría pensar como Aire, pero son pesimista empedernido ;)

Besos Princesa

Anónimo dijo...

O hasta cambiar de casa..
muaks

Hei Jei dijo...

y si la adornamos con flores?

beso!

Anónimo dijo...

Como en casa....en ningún sitio. Aunque sea gris y cadavérica....