Pensó que ya había pasado suficiente tiempo, que había llegado el momento. Abrió la puerta y vio lo que quedaba de casa. Se había llevado todo, no quedaba un solo objeto que pudiera recordarla. Las habitaciones, en su día llenas de luz y vida, se encontraban ahora vacías, calladas, inertes. Los grises inundaban cada rincón, el silencio rompía cualquier intento de suspiro y la mirada se perdía entre tanta soledad. El cadáver de lo que un día fue casa, eso era todo lo que le había quedado.
5 comentarios:
hasta que volviese alguien a devolverle la vida
O hasta que barriese el suelo ;)
Me gustaría pensar como Aire, pero son pesimista empedernido ;)
Besos Princesa
O hasta cambiar de casa..
muaks
y si la adornamos con flores?
beso!
Como en casa....en ningún sitio. Aunque sea gris y cadavérica....
Publicar un comentario